En mayo de 2024 fallece el Dr. Eugenio Cornide Cheda Fundador y Presidente Hononario de GRADIVA-Asociación de Psicoanálisis Aplicado.
Hemos querido rendir homenaje a su persona compartiendo las cartas de despedida que nos han hecho llegar colegas, amigos y alumnos.
Eugenio nos dejó a mediados de mayo. Buscaba palabras que me permitieran despedirme de él, al menos simbólicamente, pero no las encontraba. No conseguía tampoco entender ni aceptar que el dolor de su pérdida me paralizara. Fue entonces cuando el azar, o la contingencia, o vete a saber qué, me puso delante un titular de un divulgador científicoque afirmaba que el dolor, para la neurociencia, no tiene nada de misterioso, que simplemente debemos entender que se ubica y se produce en determinadas zonas cerebrales. Me quedé pensando entonces en qué parte de mi cerebro estaba Eugenio y la grandeza de su figura se me antojaba incompatible para semejante reduccionismo. ¡Cómo va a caber Eugenio en mi hipocampo o en mi amígdala! me decía. Y ahora me planteo, en momentos como éste, si las palabras, como él mismo nos repetía en las supervisiones, pueden llegan a aliviar ese dolor. Han pasado ya unos días desde su fallecimiento y lo que era una angustia sin sentido, poco a poco, y en efecto, a través de las palabras, parece empezar a ordenarse (en uno de los múltiples órdenes posibles). Siempre nos apacigua el poder armar una historia, una articulación significante que dé sentido y estabilice. Se trata, al fin y al cabo, de ficciones que obturan el vacío que se abre ante nosotros cuando alguien tan importante nos deja.
El video grabado para la sección psicoanalítica de la FEAP en el pasado mes de diciembre quedará como testimonio de la última vez que nos vimos presencialmente. Ahí se puede escuchar al propio Eugenio hablando con emoción del pasado, presente y futuro de su querida Asociación de Psicoanálisis Aplicado Gradiva. Lo podemos percibir ilusionado, dejándonos el testigo de su deseo: una transmisión del psicoanálisis que se apoye en lo colectivo, en la mano tendida, en el compromiso y en la aplicación práctica.
Solía decir Eugenio que el psicoanálisis nunca será una moda, nunca será popular ni agradable, pero no por su mayor o menor cientificismo, sino básicamente porque no es complaciente. En una época como la actual, tan proclive al fanatismo y a las certezas biotecnológicas, y tan hostil con la reflexión pausada y las preguntas, mantener con vida pequeños reductos como la Gradiva que él creó se vuelve más necesario que nunca. Como decía la canción de Paco Ibáñez (no podría haber una carta de despedida a Eugenio sin música…), ya no podemos volver atrás, porque la vida nos empuja como un aullido interminable… Y hacia delante miramos, pero sin dejar de decirte, querido Eugenio, que seguiremos siempre pensando en ti, (como ahora pienso).
En mi nombre, Andrés Sampayo, y en el de toda la Junta directiva actual (Carmen, Érika y Andrea): hasta siempre, compañero.
Querido Eugenio.
Era muy buena gente. Amable y conciliador. Recuerdo sus felicitaciones de Navidad con su acordeón.
Le conocí profesionalmente hace unos 35 años en un congreso internacional que organizó en Santiago sobre prevención en Salud Mental. Me invitó a participar en una Mesa sobre Prevención Primaria.
Desde entonces mantuvimos una relación, no muy intensa, pero sí muy prolongada en el tiempo. Creo que la ultima vez que le vi fue en Pontevedra en el Congreso que organizaste hace varios
años.
Víctor Pedreira, Psiquiatra en Pontevedra
Tuve la gran oportunidad de encontrar al Dr. Cornide en mi camino.
¡Cuántos momentos, cuántos recuerdos en aquel diván! La cuna que mecía mis sueños. Sus palabras serenas que tanto me acompañaron en mi entonces andar vacilante. La vida iba prendiendo en mí lentamente, sin apenas darme cuenta. Hoy estoy donde estoy, soy lo que soy, gracias a ti, Eugenio: mi psicoanalista, mi maestro. Te has ido y quiero expresar el tremendo dolor que siento; la dicha que arrebata, las lágrimas que asoman y nos redimen. Te llevaré en mi recuerdo como tú me has enseñado: “a las personas se las recuerda viviendo…”
Mi más profundo agradecimiento allí donde estés, tocando tu música con melodías de arco iris.
María Balsa
Lamento profundamente su fallecimiento y traslado mis condolencias a su familia .
Suscribo su constante trabajo en el campo del psicoanálisis y en enlace de traďiciones psicoanalíticas entre Argentina y España ( especialmente desde Galicia a través de la Asociación de Psicoanálisis Aplicado - Gradiva y siempre en colaboración con la Cátedra de Psiquiatría de la F. de Medicina de la Universidad de Santiago (Profesor A.Rodríguez y cols.).
Traslado mis más sinceras condolencias a su familia y a los colaboradores que le acompañaron en su ejemplar empresa.
Fernando Márquez
Recuerdo perfectamente a Eugenio y me apena no poder volver a verle...
Era una persona cercana, cálida y acogedora (nos recibió en su casa la última vez que estuvimos en Santiago)...Tenemos que cuidarnos los que vamos quedando... Echo de menos las reuniones de Gradiva... ojalá se puedan reactivar...
Un fuerte abrazo también para vosotros.
Enrique Serrano
Nuestra historia profesional se va tejiendo, como una manta que nos arropa, con los hilos de palabras y relaciones que forman parte de nuestra experiencia. En la mía, Eugenio Cornide ha dejado su huella artesana. Hace veinte años desarrollábamos la formación universitaria en Psicoterapia de Orientación Psicoanalítica. Encuentros sabatinos en la Facultad de Medicina, en los que Eugenio enseñaba y reivindicaba el psicoanálisis como un lugar desde el que entender la vida. Aquellos días, sus palabras, los textos, las anécdotas, los colegas que allí coincidimos, siguen muy presentes en mi memoria. Con los años nuestros encuentros han sido más intermitentes, y Eugenio siempre me ha recibido con una mirada cálida y una sonrisa amable. Los últimos trabajos que le escuché alrededor de la música como piel psíquica causaron en mi una gran admiración.
Querido Eugenio, aquí sigues, en tus colegas y alumnos permaneces.
Ricardo Fandiño Pascual